En un estudio revisado por pares que se cree que es el primero de su tipo publicado, un equipo de investigación dirigido por Johns Hopkins Medicine proporciona evidencia científica de que una dieta saludable puede reducir la posibilidad de que el cáncer de próstata de bajo riesgo progrese a un estado más agresivo en hombres sometidos a vigilancia activa, una opción clínica en la que los hombres con cáncer de menor riesgo son monitoreados cuidadosamente para detectar la progresión en lugar de tratamientos que podrían tener efectos secundarios o complicaciones no deseados.